Javier Marín: Un escultor mexicano en/dentro del mercado global del arte
Autor: Shifra M. Goldman
Título del texto: Javier Marín: Un escultor mexicano en/dentro del mercado global del arte
Publicación: Retroperspectiva
Proyecto / obra: Exposición Museo Amparo. 2005
Publicado por: Museo Amparo y Terreno Baldío Arte
Javier Marín: Un escultor mexicano en/dentro del mercado global del arte
Por Shifra M. Goldman
Tal vez parezca extraño, cuando no injustificado, abrir una discusión en torno a la obra de Javier Marín (n. 1962, México) con una introducción compuesta por nombres de artistas u obras de arte que lo preceden por décadas, siglos, e incluso milenios. Estas obras o artistas tampoco son todos de origen mexicano, ni siquiera latinoamericanos de nacimiento. El hecho que se quiere subrayar es que el artista mexicano que nos ocupa (así como sus contemporáneos generacionales) está consciente, a fuerza del oficio y la reflexión en torno a la historia del arte del mundo a lo largo del tiempo y el espacio, de que ha logrado transfigurar e incorporar dichas influencias en su obra reciente. Con el fin de comenzar a penetrar en ésta, su producción escultórica más inmediata, señalaremos algunas de esas fuentes e historias.
La escultura del Tercer Mundo a través de los ojos del Primer Mundo
El gran secreto evadió a Europa y a Estados Unidos cuando éstos, durante varias generaciones, eligieron entender el arte del Tercer Mundo (africano, asiático, hispanoamericano, del oriente y del Pacífico sur) como algo “primitivo”, exótico, folclórico y externo a la vanguardia establecida en Europa a finales del siglo XIX. Basta con echar un ojo a la crítica y la historia del arte europeas (España incluida) de la década de 1880 en adelante para ver confirmado dicho punto de vista. A éste se sumaron los Estados Unidos cuando Nueva York pasó a ocupar el lugar de París como metrópolis del arte occidental en los años cuarenta.